Una escritora en Hollywood by Noah Evans

autor:Noah Evans [Evans, Noah]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2020-03-05T16:00:00+00:00

15

Horas de preparativos, de carreras, de maquilladores, peluqueros, diseñadores. Allí estaban todos colocados, en medio de una fiesta victoriana, inmóviles.

—«Action» —la voz le erizó el vello.

De inmediato aquel mundo imaginario comenzó a moverse. Marionetas con motor, gestos, detalles…

Ahora sí, comenzamos.

Desde su silla negra, junto a Juan, entre numerosas cámaras, pudo ver frente a ella lo que solo estuvo dentro de su cabeza. Por un momento se perdió entre risas, comentarios y telas de colores. Hasta que apareció él, abriéndose paso entre la multitud.

Kylie estaba al otro lado, vestida de Ella, desconocedora del encuentro, ajena al torrente que provocaba Azael en todo lo que tocara.

Blanca los observaba casi sin pestañear, los inspeccionaba, cada gesto, cada movimiento. Podía ver otros planos a través de las cámaras pero esos los tendría toda la vida, en cambio, verlos en directo, solo ocurriría una vez, o dos, o tantas veces como quisiera Juan repetir la escena.

Podría pasar horas aquí mirándolos.

Juan de cuando en cuando le hacía algún comentario. Algo que no le convencía, preguntaba su opinión. Juan era minucioso, perfeccionista y quería exacto el más mínimo de talle. Los actores no protestaban, repetían una vez y otra lo que Juan pedía o lo que modificara.

Tras unas horas, decidieron detener la grabación hasta el próximo día.

Horas para unos minutos.

Comenzaba a ser consciente del trabajo que quedaba por delante. Nada se hacía a lo loco, nada se hacía al azar, estaban haciendo una obra, poco a poco, bordándola hilo a hilo para que quedara el acabado que ella ya le dio en su día a la novela.

—Es una paliza, ¿verdad? —le preguntó Juan.

Blanca resopló, ya no sabía qué postura coger en la silla.

—Desconocía cómo funcionaba —confesó.

Juan sonrió. Se levantó de la silla. Blanca quedó sentada, anotaba en una libreta su diario del rodaje. Notas que luego grabaría en su archivo en el ordenador, no quería olvidar detalle y era la mejor forma de conservarlos.

Luego se levantó y se dirigió hacia los camerinos. Vio a Liam ya vestido de él mismo en la puerta de uno de los camerinos, conversaba con Florence que aún se quitaba horquillas de pelo.

Morgana y Azael.

Entornó los ojos hacia ellos y recibió una punzada en el pecho.

Ya se me está yendo la cabeza.

Sacudió la cabeza a ver si así el malestar se disipaba.

Se me está confundiendo la ficción con la realidad y a esto ya hay que ponerle un límite.

Florence reía. Su mirada hacia Krum no era muy diferente a la que hubo usado frente a Azael durante la representación de la fiesta. Un hombre se acercó a ellos, era el coreógrafo del baile. Blanca sabía que Liam, Florence y Kylie había estado trabajando con él durante la mañana, y aún pensaba que tendrían que hacerlo un par de días más hasta que el baile quedara definitivo. Habían estado grabando los momentos previos, encuentro de Azael y Ella en presencia de Morgana.

Blanca resopló, quedaba aún tanto rodaje por delante que le entraba ansiedad tan solo de pensarlo. Aunque al principio dudó, luego se acercó a ellos, aunque realmente buscaba a Kylie, el mayor trabajo del día había sido de ella.

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